Nadie logra alcanzar a los adolescentes James y Alyssa en su huida criminal hacia ninguna parte, con la policía pisándoles los talones y el miedo a convertirse en adultos como principal amenaza.
James es un sociópata nihilista y peligroso, pero Alyssa se ha enamorado de él y, en cuanto pueden, emprenden su fuga particular dejando varias muertes a su paso. Sus fantasías violentas y el amor que se profesan se funden en un viaje de angustia y miedo, un dramático road trip que remite a películas como Badlands, Corazón Salvaje o Amor a quemarropa.
De una inusitada tensión narrativa, el cómic de Forsman juega con una estética delicada que choca con la extrema violencia de algunos pasajes, el punto de vista de la narración y el diálogo reducido a la mínima expresión, factores que convierten esta historia en un ejemplo magistral de la economía de medios. ¿Cuántas veces la bondad y la maldad física y psicológica de dos hastiados adolescentes se han retratado mejor que aquí?
The end of the fucking world ha sido adaptado para televisión por el director Jonathan Entwistle, con Alex Lawther y Jessica Barden como actores principales. Su seguimiento en el canal Netflix no tiene precedente hasta la fecha.